Nuestro equipo

Nuestra pasión y nuestro equipo

 

Nuestro objetivo es eliminar las principales causas de enfermedad, ayudando a las personas más desfavorecidas de los países en desarrollo a alcanzar su derecho a tener salud, contribuyendo a mejorar sus condiciones de vida.
Pero, ¿qué es lo que motiva a estos médicos y enfermeras a venir voluntariamente al otro extremo del mundo a operar tan duramente?. Para Ángel Emparanza, es una justa compensación. “Como médico, he tenido siempre ganas de compartir lo aprendido, poder ayudar a gentes que no tienen medios de beneficiarse de los avances de la medicina. Sobre todo, cuando se trata de pacientes desprotegidos en situaciones tan injustas como las de la enfermedad del noma”.
Las secuelas de Noma sólo se pueden tratar mediante cirugía reconstructiva por equipos multidisciplinares de cirujanos maxilofaciales y plásticos.

En cada misión, estudiantes de medicina o profesionales burkinabés están invitados a asistir a las operaciones. “Pocos cirujanos saben hacer este tipo de intervenciones complicadas y específicas”, explica Julien Swebel, joven cirujano plástico de 38 años que acompaña a los dos más experimentados en cirugía del noma, para aprender de ellos. Arsene Coulibaly, cirujano burkinabé de 38 años, ha participado de esta manera en varias misiones: “utilizan técnicas que nosotros no conocemos. Paradójicamente, como los pacientes no vienen para tratarse por falta de dinero a nosotros no nos forman en este tipo de cirugía en la facultad de medicina”

Nuestro objetivo es eliminar las principales causas de enfermedad, ayudando a las personas más desfavorecidas de los países en desarrollo a alcanzar su derecho a tener salud, contribuyendo a mejorar sus condiciones de vida.
Pero, ¿qué es lo que motiva a estos médicos y enfermeras a venir voluntariamente al otro extremo del mundo a operar tan duramente?. Para Ángel Emparanza, es una justa compensación. “Como médico, he tenido siempre ganas de compartir lo aprendido, poder ayudar a gentes que no tienen medios de beneficiarse de los avances de la medicina. Sobre todo, cuando se trata de pacientes desprotegidos en situaciones tan injustas como las de la enfermedad del noma”.
Las secuelas de Noma sólo se pueden tratar mediante cirugía reconstructiva por equipos multidisciplinares de cirujanos maxilofaciales y plásticos.

En cada misión, estudiantes de medicina o profesionales burkinabés están invitados a asistir a las operaciones. “Pocos cirujanos saben hacer este tipo de intervenciones complicadas y específicas”, explica Julien Swebel, joven cirujano plástico de 38 años que acompaña a los dos más experimentados en cirugía del noma, para aprender de ellos. Arsene Coulibaly, cirujano burkinabé de 38 años, ha participado de esta manera en varias misiones: “utilizan técnicas que nosotros no conocemos. Paradójicamente, como los pacientes no vienen para tratarse por falta de dinero a nosotros no nos forman en este tipo de cirugía en la facultad de medicina”